Recuperar la dignidad para volver a empezar:

Uno de nuestros primeros casos en HUMAN PARTNER fue el acompañamiento a un líder con más de dos décadas de experiencia en una empresa. Ocupaba un cargo de alto nivel, con resultados sostenidos y una formación académica impecable. Sin embargo, detrás de esa fachada, se escondía una historia de desgaste emocional y profundo desánimo.

El estilo de liderazgo dentro de la empresa se había tornado tóxico. En los pasillos se hablaba mal de él, incluso desde los altos mandos. Se referían a él con desprecio y cuestionaban su capacidad con comentarios hirientes que minaban su autoestima. Aunque sus resultados eran buenos, había perdido la confianza en sí mismo y, lo más grave, se mantenía allí por lealtad a líderes del pasado, con quienes había construido relaciones significativas pero que ya no estaban presentes.

La intervención se realizó a través de sesiones individuales, donde poco a poco fue levantando la cabeza. El enfoque sistémico le permitió ver la red de vínculos invisibles que lo mantenían atado, y comenzar a resignificarlos. A medida que recuperaba su dignidad, también volvía a mirar hacia el futuro, y empezaba a ver posibilidades donde antes solo veía resignación.

A los pocos meses, renunció. Consiguió un nuevo trabajo en el que fue valorado y respetado, y poco tiempo después, fundó el negocio propio que durante años había postergado.

A veces, la permanencia no nace del compromiso, sino del miedo. Y cuando se rompe el vínculo de la lealtad ciega, aparece la libertad de crear.