El Triángulo Dramático de Karpman en las Organizaciones

Desarrollado por el psicólogo Stephen Karpman, este modelo describe las relaciones de poder en términos de tres roles fundamentales: el Salvador, la Víctima y el Perseguidor

7/17/20233 min read

En el mundo empresarial, las dinámicas de poder y las interacciones complicadas pueden afectar negativamente el funcionamiento de una organización. Una teoría que arroja luz sobre estos patrones es el Triángulo Dramático de Karpman. Desarrollado por el psicólogo Stephen Karpman, este modelo describe las relaciones de poder en términos de tres roles fundamentales: el Salvador, la Víctima y el Perseguidor. En este blog, exploraremos cómo el Triángulo Dramático de Karpman se manifiesta en las organizaciones y cómo podemos romper este ciclo para promover un entorno de trabajo más saludable y productivo.

El Salvador: El héroe con consecuencias no deseadas

En el Triángulo Dramático de Karpman, el Salvador es aquel individuo que asume la responsabilidad de solucionar los problemas de los demás. Si bien es cierto que la ayuda mutua y el apoyo son importantes en un entorno laboral, el Salvador puede caer en una dinámica en la que su intervención constante y su necesidad de ser imprescindible generan dependencia en los demás. Esto puede conducir a una disminución de la autonomía y la responsabilidad individual dentro de la organización.

La Víctima: La impotencia perpetuada

La Víctima es aquel que se siente impotente y busca a alguien que le rescate. En el contexto empresarial, las Víctimas pueden caer en una actitud pasiva, culpar a otros por sus dificultades y negarse a asumir responsabilidades. Al depender constantemente de un Salvador, perpetúan la sensación de impotencia y carencia de confianza en sí mismos. Esta dinámica no solo afecta su propio crecimiento personal, sino también el funcionamiento del equipo y la organización en su conjunto.

El Perseguidor: El poder ejercido con consecuencias negativas

El Perseguidor es aquel que asume el papel de juez y verdugo, ejerciendo poder y control sobre los demás. En un contexto empresarial, esto puede manifestarse a través de críticas constantes, tácticas intimidantes y una falta de empatía hacia los demás miembros del equipo. El Perseguidor puede generar resentimiento, resistencia y un ambiente de trabajo poco saludable, lo que obstaculiza la colaboración y el rendimiento del equipo.

Rompiendo el ciclo: Alternativas saludables

Ahora que comprendemos los tres roles del Triángulo Dramático de Karpman, es fundamental buscar alternativas saludables para romper este ciclo perjudicial en las organizaciones. Aquí hay algunas estrategias que podemos implementar:

  1. Fomentar la autonomía y la responsabilidad: En lugar de asumir el papel de Salvador, promovamos la autonomía y la responsabilidad individual. Anime a los miembros del equipo a encontrar soluciones por sí mismos y a asumir la responsabilidad de sus propias acciones.

  2. Empoderamiento y crecimiento personal: En lugar de adoptar el papel de Víctima, alentemos a los empleados a empoderarse y buscar el crecimiento personal. Fomentar un entorno donde se valore la iniciativa y se brinde apoyo para superar obstáculos y desafíos.

  3. Comunicación asertiva y colaboración: En lugar de asumir el papel de Perseguidor, desarrollemos habilidades de comunicación asertiva y promovamos la colaboración. Fomentar un ambiente de trabajo basado en el respeto mutuo, la escucha activa y la resolución de conflictos constructiva.

El Triángulo Dramático de Karpman ofrece una visión interesante de las dinámicas de poder en las organizaciones. Al comprender los roles del Salvador, la Víctima y el Perseguidor, podemos identificar y romper los patrones que generan conflictos y disminuyen la eficiencia en el entorno laboral. Al fomentar la autonomía, el empoderamiento, la comunicación asertiva y la colaboración, podemos crear un ambiente de trabajo saludable y productivo donde todos los miembros del equipo puedan crecer y prosperar. Rompamos el ciclo del Triángulo Dramático y construyamos organizaciones más fuertes y exitosas.